El 20 de octubre de 1977, el avión que trasladaba a la legendaria banda de rock sureño desde Greenville hasta Baton Rouge se estrelló en Mississippi, provocando seis muertos y escribiendo un negro capítulo más en la macabra leyenda del rock.
Por David Gallardo
IMAGEN: Noticia del siniestro en un periódico local.
Lynyrd Skynyrd volaban desde Greenville (Carolina del Sur) hasta Baton Rouge, donde debían dar un concierto en la Lousiana State University, como parte de la gira de promoción de su sexto álbum, Street survivors. Sin embargo, el vetusto avión sufrió una serie de fallos en pleno vuelo, que provocaron su caída en un bosque cercano a Gillsburg (Mississippi). Ese día murieron el vocalista Ronnie Van Zant, el guitarrista Steve Gaines, su hermana y corista Cassie Gaines, el mánager Dan Kilpatrick, el piloto Walter McCreay y el copiloto William Gray. El resto de pasajeros sobrevivió, aunque todos obviamente seriamente heridos y traumatizados.
El aparato en cuestión era un viejo Convair 240, bimotor de hélice de pistón que había volado por pimera vez en 1948, esto es, casi tres décadas antes. Las investigaciones descubrieron que el indicador del motor derecho estaba estropeado, algo que hizo pensar erróneamente a los pilotos que iban sobrados de combustible. The National Transportation Safety Board determinó que la más probable causa del accidente fue una «pérdida total de energía en ambos motores, debido a la falta de repostaje». [El avión siniestrado, en la siguiente imagen]
Cuando se dieron cuenta de su infortunio, los pilotos lanzaron una llamada de emergencia a quien pudiera escucharles. Poco después recibieron respuesta desde el campo aéreo de McComb-Pike, ya en Mississippi, ofreciéndoles la posibilidad de tomar tierra en sus instalaciones. La situación crítica parecía resuelta pero, sin embargo, a esas alturas ya ambos motores se habían detenido, de manera que el avión continuó perdiendo altura a toda velocidad, envuelto en una obvia aureola de pánico. Pocos minutos después las 24 personas que volaban en el Convair caían a plomo sobre el bosque de Gillsburg, provocando un estruendo salvaje.
Analizando la situación, en el fondo resulta milagroso que la cifra de fallecidos se quedara en seis. Eso sí, el parte de lesiones era descomunal: Gary Rossington (guitarrista) se rompió las dos piernas, los dos brazos y la pelvis, aparte de multitud de heridas internas; Allen Collins (guitarrista) sufrió la rotura de dos vértebras de su cuello; Leon Wilkeson (bajista) perdió casi toda su dentadura y acabó con un pulmón perforado; Leslie Hawkings (corista) tuvo conmoción cerebral, se rompió el cuello por tres sitios y soportó también todo tipo de lesiones; y Billy Powel (teclista) se destrozó la nariz.
A pesar de tener varias costillas rotas, el baterista Artimus Pyle escapó por su propio pie del lugar de los hechos acompañado por dos miembros del equipo técnico de la banda y trataron de pedir auxilio. Aquí es cuando se produjo uno de los hechos más pintorescos, puesto que los tres se cruzaron con el granjero Johnny Mote, uno de esos hombres que sin quererlo termina formando parte de la historia del rock. El bueno de Mote asegura que al ver a los tres tipos ensangrentados lanzó un disparo al aire mientras trataba de comprender lo que estaba sucediendo. Pyle, sin embargo, asegura que recibió un disparo en el hombro (manda huevos, que diría aquel). Todavía hoy no está clara la verdad en esta confrontación de dos versiones antagónicas, pero sí hay un dato interesante: en 1996 el baterista llamó al granjero para agradecerle su ayuda tras el accidente.
Los seis fallecidos fueron enterrados durante los días siguientes en diferentes puntos de Estados Unidos, mientras el mundo del rock permanecía en estado de shock. Con el paso de los años, resulta inquietante recordar que Ronnie Van Zant había dicho en multitud de ocasiones que no llegaría a cumplir los treinta (falleció con 29, de hecho, así que acertó con su lúgubre pronóstico). Tal vez por ese loco convencimiento fue capaz de persuadir al resto del grupo de seguir usando en aquella gira un vetusto Convair 240 que previamente habían rechazado Aerosmith.
«Sólo sé que si ha llegado el momento de marcharse, ha llegado, así que…» Estas fueron las palabras con las que Ronnie zanjó el debate en torno a la seguridad del medio de transporte de la banda. Una vez aceptado el poder del destino para bien o para mal, aquel 20 de octubre de 1977 una veintena de pasajeros, entre miembros del grupo, ayudantes y entorno, se subieron a la avioneta en el aeropuerto de Greenville con destino a ninguna parte, con destino a la funesta, tétrica y siniestra leyenda del rock.
Como no podría ser de otra manera, Lynyrd Sknynyrd puso tras este traumático suceso fin a su exitosa primera etapa. Una vez superado el duelo y el desconsuelo, en 1987 se anunció que los supervivientes Artimus Pyle, Gary Rossington, Billy Powell, Leon Wilkenson y Ed King (miembro fundador que había abandonado el grupo un par de años antes del accidente) pretendían resucitar al grupo para afrontar una nueva etapa con el hermano menor de Ronnie, Johnny Van Zant, ocupando el puesto de vocalista. Tras todo tipo de deserciones y fallecimientos, el grupo sigue actualmente en activo con Gary Rossington como único miembro original. Lynyrd Skynyrd, siempre adelante con la vista puesta en su pasado. Siempre adelante con la vista puesta en su propia negra fábula aérea.
http://rollingstone.es/specials/view/hoy-se-cumplen-35-anos-del-accidente-aereo-que-cerceno-a-lynyrd-skynyrd
Publicado por diamantesmusicales en
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