El músico tocó con Sus Satánicas Majestades desde los años 60, y compartió con ellos más de una aventura salvaje que Richards cuenta en su biografía ‘Life’.
Bobby Keys FOTO: Brian Hineline/Corbis
Por Patrick Doyle – 03 de diciembre de 2014
Bobby Keys, el saxofonista que salió de gira con los Rolling Stones durante más de 45 años y tocó en clásicos de estudio como Brown sugar y Live with me, ha muerto a los 70 años.
“Si crees en la magia del rock & roll, en la cual yo creo devotamente, ésta no reside en el individuo“, dijo Keys a Rolling Stone en 2012. “He tocado con bandas con los mejores músicos, pero a menos que sean capaces de tocar juntos, no suenan todo lo bien que podrían”.
“Los Rolling Stones estamos devastados por la pérdida de nuestro gran amigo y legendario saxofonista, Bobby Keys”, ha dicho la banda en una declaración. “Bobby aportó una contribución musical única a la banda desde los años 60. Lo echaremos mucho de menos”.
“He perdido al mejor amigo del mundo y no puedo expresar la sensación de tristeza que tengo, aunque Bobby me diría que me animara”, ha dicho el guitarrista Keith Richards en una declaración. “Mis condolencias a todos los que lo conocían y conocían su amor por la música”.
Keys nació en Slaton, Texas, donde descubrió el poderoso sonido del líder King Curtis. “Ejecutaba sus solos de saxo de forma distinta a otros músicos de jazz – muchos de ellos pensaban que el rock & roll era una pérdida de tiempo. Pero King Curtis tocaba el saxo de la misma forma en que se toca la guitarra, como James Burton lideraría una canción. Lo que lo diferenciaba del resto era el cómo tocaba y el cómo atacaba las notas y su estilo”.
En Lubbock, Keys se hizo amigo de Buddy Holly, y tocó con él por un periodo breve siendo un adolescente. “Fue el primer tío que escuché tocar la guitarra eléctrica, y me impresionó muchísimo”.
Su camino se cruzó con los Rolling Stones en 1964 en la San Antonio Teen Fair. Era escéptico hacia los rockeros ingleses, pero dijo, “Salí y les escuché y vi que había rock and roll de verdad ahí, según mi humilde opinión”.
“Tienes que darte cuenta de que la visión, la imagen, según los estándares del rock and roll americano en 1964, eran los trajes de angora y las corbatas“, decía Keys en la autobiografía de Richards Life. “Y de repente llega esta panda de ingleses ¡cantando una canción de Buddy Holly! ¡Joder! No pude escucharlo todo correctamente, siendo como eran entonces los amplificadores y las PAs, pero tío, lo sentí… me recordó mucho a la energía que había sentido escuchando a Buddy y a Elvis. Había algo ahí que era auténtico”.
Keys volvió a coincidir con Mick Jagger a finales de los sesenta y ahí comenzó todo. Participó en las grabaciones de algunos de los discos más icónicos de la banda, como Let it bleed, Sticky fingers y Exile on Main Street. Su momento de estudio más famoso – Brown sugar en 1971 – originalmente iba a ser un solo de guitarra, pero en un momento espontáneo, Jagger y el productor Jimmy Miller sugirieron añadir el saxofón. ”Fue la primera toma – simplemente cerré los ojos y toqué“, dijo Keys.
“Keith Richards ha sido una de las mayores contribuciones a mi inspiración”, dijo Keys. Nacido en el mismo día que Richards, ambos se hicieron amigos muy rápido. Keys fue compañero de Richards durante las horas más nocturnas y cómplice de payasadas fuera del escenario, como aquella vez que lanzaron un televisor desde el balcón de un hotel en 1972. Pero sus salvajadas fueron algo incluso demasiado salvaje para los Stones. En su gira europea de 1973, faltó a un compromiso y Richards lo encontró en el hotel, tumbado en una bañera llena de Dom Perignon. “Fumaba un cigarro, la bañera llena de champán y una chica francesa con él”, recordaba Richards en Life. “Y me dijo: ‘íFuera de aquí“.
Keys dejó de salir de gira de forma regular con la banda, y comenzó a tocar en varios clubs bajo el apodo de Mr. Brown Sugar. Se juntó con John Lennon en su famoso “fin de semana perdido”. (Previamente había grabado con la Plastic Ono Band en canciones como Power to the people). “Algunas tardes, nos liábamos un porro y John y yo escuchábamos música, pero luego se marchaba porque si no [Yoko] comenzaría a sospechar acerca de su paradero”, contaba Keys. “Y sabía que yo vivía en su mismo barrio ¡y sabía que yo no era una buena influencia!”
Pero Keys nunca bajó el ritmo por completo. “He estado fumando hierba durante 50 años, y no he dejado de fumar un solo día a menos que estuviera en la cárcel”, dijo a Rolling Stone en 2012. “Soy un devoto fumeta. Lo he sido, y lo seguiré siendo, no veo ningún problema al respecto excepto lo que cuesta. Que lo legalicen“.
Tocó de forma intermitente con la banda durante los siguientes años, pero tenía una relación polémica con Jagger. Finalmente se volvió a unir a la banda para ensayar antes de la gira de Steel Wheels en 1989.
“Había estado fuera durante unos 10 años, excepto por actuaciones de una sola noche”, recordaba Richards. “Fue eso lo que me llevó convencerle de que volviera. Y cuando lo hice, no se lo dije a nadie… Solo le dije a Bobby, cuando toquemos Brown sugar, haz tu solo. Y cuando comenzó su solo, Mick me miró y me dijo “¿Qué cojones?”, pero cuando acabó el solo, bueno, nadie podía debatir aquello“.
Keys acompañó a la banda en su reciente gira 14 On Fire, con la que pasaron por España, pero tuvo que abandonar los conciertos cuando llegaron a Australia porque fue diagnosticado de Cirrosis.
“Estos tíos tienen algo natural al respecto”, contaba Keys a Rolling Stone. “Son parte de la música de la que vengo, porque yo no sé leer partituras. No vengo de ahí musicalmente, vengo directo del sentimiento, y ese sentimiento viene directo del rock & roll”.
http://rollingstone.es/noticias/adios-a-bobby-keys-saxo-de-los-rolling-stones/