La portada original, de Andy Warhol, fue censurada en 1971 por el franquismo por «ofensiva»
Música | 29/04/2015 – 02:45h | Última actualización: 29/04/2015 – 09:33h
ESTEBAN LINÉS
Barcelona
Cuando a finales del pasado mes de marzo los Rolling Stones anunciaron en su página web la realización de una quincena de conciertos este verano en Norteamérica, así como la reedición de su legendario disco Sticky fingers, apenas transcendió que entre los formatos que ese lanzamiento contemplaba, había uno fascinante a nivel informativo: la edición a escala planetaria de un doble vinilo con la carátula alternativa que el disco vistió en España en 1971 cuando se editó originalmente.
El aficionado español conoce el espléndido volumen porque es aquel cuya portada original fue censurada por la Administración franquista, al considerarla «ofensiva por la Iglesia católica de España». La portada original era una idea de Andy Warhol, en donde se veía una entrepierna masculina enfundada en unos apretados pantalones tejanos, en la que se resaltaba una obvia protuberancia. Y la cremallera era real. Su sustitución por una alternativa, solo para la edición española del elepé, convirtió ese Sticky fingers (Universal) en una pieza muy codiciada para el aficionado y el coleccionista.
A sus setenta años recién cumplidos, el reputado diseñador gráfico John Pasche sigue en activo. Todavía lo estaba más en 1970 cuando la discográfica de los Rolling Stones se puso en contacto con él para que resolviera el entuerto generado por la censura española. No era casual que la discográfica recurriera a Pasche, porque él había sido el creador del celebérrimo logo de los Stones –los rojizos y jugosos labios y lengua–, que se estrenó precisamente en el álbum de la polémica, Sticky fingers.
Muchísimos años más tarde, es decir, ayer mismo el ilustrador inglés reconocía a La Vanguardia que «ya en su día pensé que el cover de Andy Warhol era fantástico y totalmente original. Es, sin duda, uno de mis diseños de portada de disco favoritos de siempre para mí».
Cuando se produjo el rechazo por parte de la Administración española de la, para ella y sus numerosos adlátares, escandalosa obra de Warhol, «simplemente me llamó el sello discográfico de los Stones, diciéndome que la portada de Warhol no podía utilizarse allí y que tenía proponer una carátula alternativa para el álbum Sticky fingers».
El encargo de los ejecutivos discográficos no incluía ningún tipo de sugerencia extramusical o de carácter prudente ante el imprevisible rigor censor franquista. «No, qué va. Me dieron manga ancha para que diseñara lo que desease para la portada con la única condición de que la hiciese de forma rápida ya que no perdiera de vista la fecha de salida del disco».
Lo que el aficionado no solo de Sus Satánicas Majestades sino del arte en general a menudo se pregunta es el cómo y el por que de esa imagen alternativa. «Se trató sencillamente de una idea que surgió de forma instantánea que se me ocurrió como manera de traducir el título en una imagen interesante. Me puse a trabajar con el fotógrafo Phil Jude, y fotografiamos la lata en su estudio de Kensigton. La sacamos y la reprodujimos tal cual, sin retocar nada». El tiempo se echaba encima,»y en un momento dado decidí aferrarme a mi primera idea». Una lectura muy literal del título, Dedos pegajosos, ya que al fin y al cabo lo que se ve en la carátula son unos dedos de mujer que asoman de una lata de melaza oriental, un detalle con el que se quiso dar un cierto exotismo a la imagen final.
Afortundamante para todos, «a los Stones les encantó la idea y a partir de allí todo fue muy rápido». Pasche, con todo, lo sigue teniendo muy claro: «en su día penséque lo que habíamos hecho era una solución que estaba OK pero siempre he preferido el original de Warhol».