Joan Baez 17 de marzo de 2015

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Información del diario Deia:

CONCIERTO EN EL EUSKALDUNA

Joan Baez encandila con su folk protesta y humanista
La cantautora encandiló con su folk protesta y humanista a pesar de sus problemas de garganta

 

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Joan Báez ofreció un concierto más corto de lo habitual por sus problemas de voz, con canciones que ya son himnos para toda varias generaciones. (Oskar Martínez)

ANDRÉS PORTERO – Miércoles, 18 de Marzo de 2015

BILBAO – 16 años después de su última visita a Bilbao, Joan Baez, institución del folk protesta, volvió a triunfar anoche en su concierto en Euskalduna Jauregia, que fue seguido con delectación, toneladas de nostalgia y estribillos míticos compartidos por unas 2.000 personas, la mayoría con la juventud ya en el retrovisor. La revivieron con clásicos como Blowin’in the wind y un escalofriante Txoria txori a la cabeza, que cantó con voz frágil debido a problemas de garganta.

“Tengo problemas de voz. Sonará más baja, suave e intimista, aunque algo frágil”. Así se presentó Baez, levantando recelos entre la gente. Puede que su voz estuviera “tocada”, pero no sus convicciones y su defensa del folk surgido del corazón del pueblo, concienciado y humanista. Con vaqueros, como en los 60, pero con un pañuelo elegante, canas bien llevadas y una figura insultantemente joven para 74 años, Baez salió a pecho descubierto, como cuando empezó en los clubes de Boston. Le bastó su guitarra para interpretar la inicial God is god, de Steve Earle, en un escenario desnudo, con una mesa con agua y lo que pareció té para combatir el mal de sus cuerdas vocales.

Ya con la tradicional Lily of the west apareció su dúo de acompañantes: un tímido pero solvente a las percusiones Gabriel Harris, hijo de Joan, y el multiinstrumentista Dirk Powell, que evidenció sus vastas credenciales, pasando con virtuosismo del piano a la guitarra, el banjo o la mandolina, aportando color y matices a la desnuda guitarra acústica de la jefa.

Ella, plurilingüe, se defendió con el castellano -La llorona, al principio del recital; Llegó con 3 heridas, en la parte central, y Gracias a la vida, al final-, con el árabe y hasta con el euskera, cuando logró uno de los momentos más cálidos y emocioantes de la noche al interpretar Txoria txori, de Mikel Laboa, con los coros del respetable. Su concierto, asentado en el folk de USA y latinoamericano, y algún guiño al bluegrass y al country, cobró vuelo con una canción propia, Diamonds & rust, antes de emprender una recta final en la que el público, respetuoso y calmado como la música de Baez, se animó un poco.

Joan, que bailó con Powell, recordó clásicos como The house of the rising sun y The long black veil (Animals y J. Cash, respectivamente) y sacó el puño en el bis, al arrancar con No, nos moverán, con el público coreando “unidos en la lucha”. En El preso nº 9 sufrió con el falsete, pero la gente se lo perdonó al entonar con ella Imagine, el sueño de unidad y paz de Lennon. Se despidió con Blowin’in the wind, de Dylan, de quien ya había cantado antes la inmortal It’s all over now Baby Blue, logrando un triunfo tranquilo y sin estridencias.

http://www.deia.com/2015/03/18/ocio-y-cultura/cultura/joan-baez-voz-rota-convicciones-acorazadas