El legendario teclista británico, autor de ‘The ballad of Bonnie & Clyde’ y ‘Yeh Yeh’, actúa este jueves en el Teatro Lara de Madrid dentro del ciclo ‘Leyendas con estrella’.
Darío Prieto – Madrid 06/02/2014
El Teatro Lara de Madrid acoge este jueves la actuación de una figura clave de la música popular: Georgie Fame. Nombre indispensable de los 60, capaz de hermanar el ‘rhytm’n blues’ con el espíritu mod, se presenta en el ciclo ‘Leyendas con estrella’ de Son Estrella Galicia, acompañado del guitarrista Jim Mullen y del batería Ralph Salmins.
«Es el único concierto que voy a dar en España», explica el músico británico. «Generalmente suelo tocar con mi trío familiar: yo al Hammond, en esta ocasión un B3 muy chulo que me han conseguido, mi hijo James a la batería y su hermano Tristan a la guitarra, que también forman parte de mi combo The Blue Flames. Es genial tocar con alguien que no sólo comparte tu sangre sino también los mismos gustos musicales». Sin embargo, una lesión de muñeca de uno de los dos vástagos, unida a un compromiso de su hermano ha dado pie a esta nueva formación. «Quizá éste sea el comienzo de un nuevo trío», aventura.
«Toco la historia de mi vida», explica Fame sobre sus conciertos. «Todavía sigo disfrutando del rock’n roll como cuando tenía 20 años», añade. ¿Y cuál es la clave para mantener una carrera tan larga? «Hay un montón de músicos que no han podido dedicarse al rock durante toda su vida. Se suele poner como ejemplo a los Rolling Stones, pero por muy bien que lo hagan y que su música trascienda las generaciones, no pueden tocar nada más. Pero, dejando a un lado a este grupo, hubo otros muchos que fueron conocidos durante los 60, pero que no volvieron a hacer nada musicalmente hablando», relata el músico.
«Tuve una educación musical fabulosa, tocando con músicos de diferentes países. Aprendo muchas cosas distintas cada noche que actúo; a veces puede ser con una ‘big band’, otras con una pequeña formación de jazz, y otras veces, como hace un par de semanas, puede ser una sesión de grabación para el nuevo disco de Van Morrison. Y eso es la clave para seguir manteniéndome en forma. Es más, el propio hecho de tocar es lo que me mantiene joven», explica. «Parte de mi público está muerto o es realmente viejo. Pero la música siempre es joven. Por eso me gusta tocar en sitios no muy grandes, donde se mantiene la intimidad con el público. Cuanto más cerca estás del público, mejor. Pero no es algo que diga yo sólo. Van Morrison también preferiría tocar en locales más pequeños».
Buena parte de los fans españoles de Fame son jóvenes ‘sixties’, algo que él agradece. «En España hay un gran movimiento mod, igual que en Japón. Y es genial, porque a esos chavales les gusta la misma música con la que creció mi generación y con la que aprendimos a tocar. Es lo mismo que pasa con mis hijos. Y lo entiendo, porque, sin menospreciar la electrónica y los sonidos hechos con máquinas, ésta es una música que respira».
Y, si hablamos de Fame, la respiración abarca cinco décadas: «Mi primer gran éxito fue ‘Yeh, Yeh’, una canción con conexiones latinas, afrocubanas y ‘jazzeras’ Para mí, es un tema que sigue sonando fresco y que disfruto cantando. ‘The ballad of Bonnie & Clyde’ es tan sólo un tema pop, no el tipo de canción que yo quería grabar. De hecho, hubo un rifirrafe con mi compañía discográfica a propósito de ella. Pero es el disco mío que más ha vendido, y mucha gente viene a mis conciertos para escucharla. Así que la toco, e intento que tenga ‘swing’. Pero ‘Yeh Ye’h podría cantarla cada noche. Es un material de mucha mejor calidad».