El exbajista del mítico grupo, Bill Wyman, trae a España de gira el r’n’b de su nuevo grupo Bill Wyman’s Rhythm Kings
elpais.es
Iñigo López Palacios Madrid 15 Jun 2012
La primera frase que se lee en el perfil de Bill Wyman en la página oficial de Rolling Stones es: “Era un poco mayor que el resto de la banda y siempre estuvo un poco apartado de sus compañeros fundadores». No parece la presentación más agradable para alguien que ha sido tu colega 30 años y que dejó de serlo hace ya 20. “No suena bonito, no. Aunque hay que reconocer que, en parte, es correcto”, dice el aludido por teléfono desde Londres sin subir la voz. No es momento para disputas. Tiene 75 años y en diciembre se reunió para ensayar con ellos. Era la primera vez desde que abandonó el grupo en 1992. Flota la idea de un presunto concierto de los Stones originales que tendría que ver con el 50 aniversario del nacimiento del grupo, que Wyman sitúa en enero de 1963, cuando la entrada del batería Charlie Watts completó la formación clásica. “Estar juntos fue raro pero agradable. Le ruego que me disculpe, no quiero hablar de ello. Yo estaré dispuesto para lo que sea cuando me llamen, si lo hacen. Pero todo está en el aire”.
Responde en calidad de líder de Bill Wyman’s Rhythm Kings, el grupo de r’n’b con el que viene a España en una gira que comienza hoy en Barcelona, mañana pasa por Bilbao y termina en A Coruña el martes, pero siempre será el bajista de los Rolling Stones. “Me meto en un taxi y el conductor me dice: ‘¿Cuándo saldréis de gira?’ y cuando le hablo de Rhythm Kings me dice: ‘No, no, ¡con los Stones!’. La mayoría de la gente no parece haberse enterado de que les dejé, es inevitable”.
Wyman no solo es uno de los fundadores, también es el archivista de la banda. Su colección de recuerdos es mítica, de un valor incalculable, aseguran. “No crea todo lo que cuentan, pero es valiosa para mi. Las fotos que tengo, por ejemplo: Escribo diarios desde pequeño y terminé usándolas como una parte de ellos”. Esos cuadernos, por su minuciosidad casi enfermiza, pueden ser un auténtico tesoro para los estudiosos del grupo. “Cuento todo lo que me pasa. Hoy, por ejemplo, escribiré de usted”.
Los Rhythm Kings son solo una de sus múltiples ocupaciones actuales. En estos 20 años ha escrito siete libros, que van de la clásica autobiografía a uno sobre su amigo Chagall. “Me invitó muchas veces a su casa de Francia. Conocía a los Stones, pero le gustaba más Stravinsky”. También es arqueólogo, especializado en la presencia romana en Inglaterra, y ha patentado un detector de metales (de venta en Internet) diseñado para la búsqueda de monedas. Además posee el restaurante Sticky Fingers en Londres. “Y soy padre de tres preciosas adolescentes. La mayor de 17 años”, añade. Cierto, parece heroico para un hombre de 75 años. “Es horrible. Hay chicos viniendo todo el tiempo a casa. Tengo que poner un cartel en la puerta, ‘Se disparará a los intrusos’ y añadir: ‘Se rematará a los supervivientes”, dice riendo.
Resulta curioso que esto lo diga el mayor depredador sexual de la historia de Rolling Stones. Amigo íntimo de Brian Jones, con el que compartía habitación en las giras, por sus camas pasaban dos, tres, cuatro mujeres por noche. “Eran otros tiempos. Ahora estoy felizmente casado. Y es una vida maravillosa”
De hecho fue el más discreto de los Rolling Stones hasta que en los ochenta se hizo pública su relación con Mandy Smith, una niña de 13 años. Se casaron en 1989, cuando cumplió 19. Se divorciaron en 1991 pero aquella historia le aisló del grupo. “Lo dejé yo, quería tener una vida. Ya lo había dicho antes, pero no me creyeron. No me arrepiento, mucha gente no me cree, pero es así”. Se le escapa entonces una maldad. “Ya habíamos hecho toda la buena música que podíamos. Desde que lo dejé… Bueno, no han tenido demasiados éxitos”.
Y entonces retoma a The Ryhthm Kings, casi un grupo de amiguetes sino fuera porque entre ellos hay músicos como Terry Taylor o Georgie Fame, tan conocido por sus éxitos en los sesenta como por sus discos con Van Morrison. “Disfruto mucho más ahora. No hay presión por tener éxitos, por el dinero, por hacer la mayor gira de todos los tiempos”. Esta banda es muy distinta a cualquier otra. Somos ocho.Tocamos blues, jazz, soul, rock, baladas… Tenemos cinco cantantes. Y no me cuesta ser el líder. Es como un equipo de fútbol, cuando alguien no puede venir, convoco a otro” .
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/06/15/actualidad/1339775872_713402.html