Flojo. Así podíamos definir el paso de Robert Plant anoche por Gijón. Cierto es que tampoco esperábamos ver al salvaje vocalista que a pecho descubierto y con la melena al viento incendiaba escenarios y destrozada hoteles en los 70 junto con Jones, Bonzo y Page. Pero de ahí a ver a uno de los mejores dotados vocalistas para el Rock limitarse a poco más que cumplir el expediente media un abismo.
Por lo menos de voz el tío todavía anda sobrado, canta de puta madre. Si, aún puede dar lecciones de como se canta a las de un joven rocker de postureo pero…
Nos quedaremos con eso, con haber podido ver a una de las cuatro o cinco mejores voces que ha dado el Rock.
De Led Zeppelin poco, muy poco. Destacar “Black Dog” a la mitad, “Whole Lotta Love” en forma de medley para dar paso a los bises y “Rock and Roll” al final. Al menos nos quedaremos con eso. Y poco, muy poco más. Ni “The song remains the same”, ni «Kashmir«, ni “Immigrant song”. Y ni por supuesto “Starway to Heaven”. Una pena. Le uniremos al club de conciertos flojos que hemos vivido junto con AC/DC la primera de las dos veces que le hemos visto. Dylan la segunda de las tres que le vimos. Ozzy la única que le vimos y por completar un quinteto titular quizás Pearl Jam en un BBK hace un porrón de años antes de que se volvieran indies.
Si esto es lo más cerca que voy a estar nunca de un concierto de Led Zeppelin supone una pequeña decepción.
No sé, quizás es que nos hayamos vuelto muy exigentes. Pero como comentábamos nada más salir del bolo…. Robert PLANT Nos da plantón.
Cronica de nuestro enviado especial
Manuel Quintana (El aprendiz de brujo)