En 1948, la compañía norteamericana Columbia Records lanzó al mercado un sistema capaz de revolucionar la tecnología del sonido tal y como se conocía hasta ese momento: el disco microsurco.
Este sistema permitía, por fin, registrar el sonido tal y como este se manifestaba en el mundo real. En pocos años, la industria que nació de ese desarrollo revolucionaría el mercado de la música y con ello la riqueza de todas las compañías que eligieron ese innovador camino. En España, a comienzos de los años cincuenta del pasado siglo, se funda la compañía discográfica Hispavox con el espíritu de defender y promocionar la cultura musical del país.
En un breve periodo de tiempo, la discográfica se convirtió en la pionera de esa industria del microsurco en España, creando todo un referente sonoro que mantiene durante toda su existencia. El Sonido de Hispavox (conocido como Sonido Torrelaguna) fue tan importante durante la década de los años 60 y 70 que marcó a toda una generación de jóvenes que escucharon, bailaron y se enamoraron con su música y sus artistas y que ahora, cuatro décadas después, se intenta analizar y comprender su existencia y el camino que siguió hasta su desaparición en 1986. No es de extrañar, pues, que ahora se recuerde a Hispavox como la auténtica creadora del Sonido de una época.
Desde Los Pekenikes, Módulos, Los Ángeles, Los Pasos, Karina, Pic-Nic hasta Ramoncín, Dinarama, Banzai, Bulldog pasando por Solera, Alcatraz, Raphael, Juan Pardo, Mari Trini, Miguel Ríos, Nacha Pop, Alaska y Los Pegamoides, Radio Futura, CRAG, Massiel y tantos otros artistas que han sido parte fundamental de la historia del pop español bajo la batuta seminal de productores como Rafael Trabucchelli y Waldo de los Ríos que marcaron una época irrepetible en el panorama musical de nuestro país.
José María Díez Monzón, músico e ingeniero técnico industrial, entra a formar parte de la plantilla técnica de Hispavox como ingeniero de sonido en 1977.
Durante estos años protagoniza una de las etapas más interesantes de la compañía participando en la grabación de numerosos éxitos como Chica de ayer de Nacha Pop, Enamorado de la moda juvenil de Radio Futura, Bailando de Alaska y los Pegamoides, ¿Y cómo es el? de José Luis Perales o Una estrella en mi jardín de Mari Trini. En 1984 abandona Hispavox y accede por oposición a la plantilla técnica de RTVE desarrollando su labor profesional en Santander.
Durante esos años, grabó y editó más de 20 discos relacionados en su mayoría con el folclore regional. José María es autor del libro “Hispavox: El sonido de una época”.